Esos momentos en que el ocaso se transforma en poesía,
cuando los pájaros se acomodan en bandadas entre los árboles
todo es tan genuino, tan natural y silencioso
que la llovizna se transforma en lluvia
y ese sonido es inigualable,
como inigualable es el aroma a la tierra mojada.
Sin aviso llega la noche, el cielo cubierto de sombras, sin
estrellas
y es cuando en mi mente destella tu luz, luz de recuerdos
y me quedo tan quieto como los pájaros que ya duermen
escuchando caer la lluvia,
oliendo a humedad de tierra desolada, bendecida.
¿Cómo pretender escribir una poesía?
Si ni siquiera sé lo que significa,
es imposible, todo me
supera,
la realidad puede más esta vez.
Mientras se mezcla el humo de mi cigarrillo con la bruma,
me dejo impregnar por el aroma del verde mojado
de flores nocturnas,
de sentidos profundos,
de latidos desmedidos
de paz desmesurada.
Sin darme cuenta creeré haberte olvidado.
Sin darme cuenta, estás siempre presente
en cada gota de lluvia, en cada ocaso,
en esa playa de mar imaginario.
No te robes mis versos, no tengo rima ni acento
mejor ven por mí
y ahógame con besos.
Escribir te necesito, suena cursi, egoísta
escribir te amo, sería una mentira,
quizás algún escriba para ti,
te quiero, ahora y aquí
Char…libre sin
registro