Mantuvieron sus miradas frente a frente,
con la distancia equivalente a un par
de caricias.
Simplemente ambos se derritieron en un
beso tembloroso.
Después la vida fluyó entre suspiros y
recuerdos.
Nadie supo nada de ellos, los devoró el
amor.
Y así…se convirtieron en eternos sin
tiempo.
Char…libre, sin
registro©
que lindoooooooooooooo!!!! estoy esperando sentir eso...beso Char!
ResponderEliminarNunca dejes de soñar Char... porque yo no dejo de hacerlo, es lo que mantiene viva la llama de la poesía y el alma!
ResponderEliminarAbrazos miles, TQM.
Bonita semana!
Una bonita forma de convertirse en eternos sin tiempos. Lo malo es que la realidad se vuelve distinta, pero para eso están los sueños.
ResponderEliminarUn corto precioso y muy romántico Char.
Un abrazo.