A mi querida vieja.

Donde duermen las mariposas por las noches,

donde la soledad se queda aún más sola,

donde los rayos del sol descansan,

donde rompen las últimas olas de un mar celeste imaginario,

donde estuvo presente tu cuerpo y alma,

donde el rústico verde guarda tus últimos pasos

donde te sentabas, frente al ocaso

con la mirada casi perdida

calculando el tiempo restante

en silencio como yo…

Ambos nos dábamos cuenta que sabíamos

pero ninguno de los dos pronunció palabra

solo bastaba la mirada, nuestra mirada,

ese contacto de piel a piel

que solo las mujeres enteras pueden tener

para confesarnos una despedida anunciada.

Así quedaste grabada en mi mente

como un retrato frente a mi casa,

así te recuerdo ahora, con amor inexplicable,

así te imagino ahora, en el mismo lugar

donde duermen las mariposas.

Char…libre, sin registro©