Hubo un momento de felicidad.
Hubo…
Aparentemente éramos dos,
pero solo estaba yo y tu ser dentro de
mi boca,
y
saboreaba tu ausencia...
y mostraba al sol mis lágrimas de la
tarde.
Hubo un momento de felicidad,
aparentemente estábamos tú y yo.
Ahora ya es de noche, de noche y sin
luna,
solo brilla tu sombra a mi lado,
como un fantasma de esta puta realidad.
Ya no hay lágrimas ni lamento
solo el rocío que se deja atrapar
por la telaraña de turno oscura y en
soledad.
Siento el latido de mi viejo corazón
herido
y el murmullo de la sangre que quiere
brotar
como brotan las espinas en gajos de rosas rojas
que en un par de días marchitarán
en el jarrón seco del olvido
en algún rincón de cualquier lugar.
Char©
Eso es la felicidad amigo
ResponderEliminarEl sabor del recuerdo permanece en los labios y en el corazon pero el dolor de la ausencia es capaz de empañarlo con lagrimas.
ResponderEliminarBesos.
Lunna.