Nunca llores,
siempre recuérdame brillando.
Cierra los ojos e
imagina lo que sentimos siempre.
Jamás pensé que
llegaría este momento,
pero es bueno poder
decirte te quiero,
y por ello te doy
las gracias
por ello te debo los
sueños,
por ello me disculpo
por tus desvelos.
Recuérdame sonriendo
y brillando
así como brillábamos
siempre,
que no se apague la
magia,
que no muera ese “te
quiero”.
Cuando me extrañes o
eches de menos
cierra los ojos y
siente que la distancia no existe,
que si bien estamos
separados,
mi corazón está en
el tuyo,
y el tuyo en el mío,
latiendo con un “te quiero”
sin distancia,
siempre juntos.
Char©
Cuánta profundidad en tu poema, y es que tu corazón está en el suyo, sin distancias, siempre unidos.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un beso.
Gracias por dedicar tiempo a la, lectura.
EliminarSiempre te sigo.
Un beso