Y se llena la noche de un bostezo
terminando un café con sabor a viejo,
mientras las sombras
dejan de ser sombras.
Las gentes siguen
con sus rutinas
y las luces
encendidas de las calles solitarias
son como soles
alumbrando las penurias
mientras llora el cielo nuestro amor distante.
Deja que reposen mis letras en tu lectura,
imagina cariño, tu cabeza en
mi hombro,
aunque sea por un par de minutos,
solo me conformo con
cerrar los ojos
mientras sueño con
el perfume de tus labios.
Todo siempre termina casi igual,
todo es lo que no parece,
mientras tanto tu allí desnuda,
soñando en el suelo de tu cuarto,
pretendiendo acortar distancia con una caricia a medias...
Y yo aquí subido a la nube de siempre,
la que me abandona en el costado de mi cama
sentado como en muchas madrugadas
tragando los besos que no puedo darte.
Char©
Muy bello este poema en una noche solitaria donde los recuerdos llenos de amor se acomodan al lado de los sueños... con un final precioso de nostalgias.
ResponderEliminarMe encantó Char.
Un abrazo.
Intensidad en tus versos, una delicia es leerte.
ResponderEliminarUn beso.
Intensidad en tus versos, una delicia es leerte.
ResponderEliminarUn beso.