¿Cuánto pesa dentro
del alma, dentro del recuerdo la ausencia?
Yo que siempre creí
saberlo todo,
o al menos casi
todo.
Me voy dando cuenta
después de cada instante
que mis pupilas
viven bañadas de un océano de sal.
Me voy dando cuenta
que la tormenta está.
Que después de tu
falta, de la falta de tu risa,
De la falta de tu
falda, de tu mirada tierna y profunda
Después de todo tu
ser, creí, creí que la muerte bastaba.
Creí que la muerte
curaba, que ya no existía más nada
Y me voy dando
cuenta después de cada instante
Que todo es peor,
ahora me toca vivir
O al menos
sobrevivir sin las cosquillas de tus cabellos
Sin las caricias que
desvelaban mis madrugadas
Todo se terminó tan
pronto, así como comenzó
Y ahora así como
estoy, sobreviviendo, con la piel
desgarrada
me voy dando cuenta
después de cada instante
que lo que duele no es
el amor
lo que duele es la
luna brillando sin que me acompañes a mirarla en silencio
lo que duele es
caminar entre el rocío y los grillos
haciéndome adicto al
perfume de flores nocturnas
de besos tan
profundos como la eternidad
mi nuca añora ese
par de rodillas flacas
cuando recostado
miraba al cielo agradeciendo al destino
poder vivir así,
poder escribir así, sin rimas ni prosas
escribir como se
sobrevive a la muerte
solo, o casi solo…con
la compañía de tu ausencia.
Char ®
Impecable esa nostalgia, esa ausencia escrita de forma tan bella dibujando cada momento con intensos versos.
ResponderEliminarUna hermosa inspiración que he disfrutado leyendo Char.
Un abrazo.