Se cuenta que dos amigos caminaban por el desierto. En un momento comenzaron a discutir y uno de ellos le dio una bofetada al otro.
Éste, sin decir nada, escribió en la arena: “mi mejor amigo me dio una bofetada”
Siguieron caminando y encontraron un oasis donde se bañaron. El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero el otro lo salvó.
Siguieron caminando y encontraron un oasis donde se bañaron. El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero el otro lo salvó.
Después de recuperarse escribió en una piedra: “mi mejor amigo hoy salvó mi vida”.
Entonces el otro le preguntó: “Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra. ¿Por qué?
El otro amigo le respondió: “Cuando alguien nos lastima, debemos escribir en la arena, donde los vientos del perdón puedan borrarlo; pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en la piedra donde ningún viento pueda borrarlo”.
"...Aprende a escribir en la arena tus heridas, y en la piedra escribe tus venturas..."
Dicen que para encontrar una persona especial te cuesta solo un minuto, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero te llevará toda una vida olvidarla.
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