Mis pies tocan los tuyos
Se deslizan suavemente
Por debajo de la mesa
Y con tu mirada me invitas
A comer la sobremesa
Apurados apartamos
Los vestigios de la cena
Para que sirva de testigo
El sonrojado mantel
Mientras yo recojo todo
Tú recoges mi cabello
Y siento tus labios en mi cuello
Tus manos que me queman
Erizándome el deseo
Se pierden por debajo
De la enardecida seda
Desabotonas mis ganas
Y mi corazón queda expuesto
Tu inspiración se eleva
Desatando una tormenta
De sonidos en el aire
De cascadas desbocadas
Disfrutamos las delicias
De sobremesa servida
En la esquina de la mesa
Mientras que la cama espera
Nuestros cuerpos para la siesta
Pero al llegar a ese punto
Los corazones se rozan
Se abrazan y se besan
Provocando nuevamente
En la cama comer la sobremesa
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