La noche avanzó lenta
Me sopló con brisa fría
Sabía que por dentro ardía
Esperando tu llegada
Solo sigo en mi morada
Sin oscuridad ni tinieblas
Con luz sensual de una vela
Tengo un tinto en la nevera
O un chocolate recién hecho
Pensaba adornar tu pecho
Con una fresa y mis besos
Te quedaste dormida en el tiempo
Con el enigma de descifrar
Cómo será ver el sol
Cuando terminemos de amar
Me queda aún mi abrazo eterno
Y mi oreja pendiente
Para escuchar tus caprichos
Cuando decidas dejar de estar ausente
Y me pidas que te haga el amor
Porque tu sexo está urgente
Guardaré el chocolate y la fresa
El vino reposa en la nevera
Mis besos te esperan pacientes
Huelo tu perfume en mi mente
Bendita maldición, te deseo
Desde el amanecer hasta el poniente
Char…libre, sin registro.
¡¡¡¡Que hermoso poema!! tus letras penetran hasta los huesos,piel de gallina tengo Char! y la imagen,la frutilla del postre....me encantó!!!!!
ResponderEliminarEstoy de vuelta y he leído todos los poemas que escribiste, no voy a comentarlos uno a uno, solo repetiré una palabra de uno de ellos:
ResponderEliminarDestrozarnos
Y es que tu amor es de garra, de fuerza, porque saber amar así es vivir, pero vivir amando.
Felicidades por sentirlo, Char.
Abrazos de siempre