Entre altas y bajas, rechazos de ti y aceptaciones acríticas, todavía quizás no te posees a ti mismo, no eres dueño de tu mundo, de tu vida, con ese equilibrio que es el único que permite vivir en paz con uno mismo y darse a los demás,
Dijo Quosit “…cada día debemos elegirnos nuevamente a nosotros mismos y elegir nuestra vida…”
Conocerse y poseerse no pude quedar reducido únicamente al conocimiento de los límites del propio yo, de los errores, caídas y pecados.
Es más sabio mirar lo que quedó del esplendor de ayer y lo que se puede hacer para llevarlo a su belleza original, entes de afligirnos observando los daños.
Me parece q cada dia q pasa vamos confirmando y consolidandonos en aquello q hemos elegido, buenisima reflexion, besitos
ResponderEliminarGracias Pat, visitante solitaria... :)
ResponderEliminarCreo que uno nunca termina de ser único dueño de su mundo, es tanto lo que hay alrededor y tanto a quienes uno tiene que agradar que termina siendo dependiente de ello aunque no sea lo correcto.
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