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domingo, 7 de noviembre de 2010

NIÑEZ...

Nosotros que nos creemos dueños de la fuente de la juventud nos descuidamos de esa etapa única y sublime que como todas las demás solo se viven una vez, “la niñez”
Pero la niñez se va tan fácil, como intentar retener el agua entre los dedos de la mano,
sin que medie el paso del tiempo que espera segundo a segundo para devorar sin avisarnos, parte de nuestra vida.
La niñez  se va cuando dejamos de sorprendernos por la belleza de la flor, o curiosear cómo anidan  las aves o el por qué del arco iris, para ponerle precio a lo cotidiano y nuevo, a lo que nos hará sorprendernos día a día.
Todo queda en el pasado y quizás sin vivirlo a pleno, cuando se acaba la magia de lo bueno y comenzamos a creer que la esperanza no existe. Cuando nuestras ilusiones se  nublan de pensamientos mezquinos y a veces hasta pesimistas…se nos va la niñez.
Lo material nos comienza a moldear en frío, sin aviso previo, y aprendemos el precio de lo que nos alejará poco a poco de ese estado surcado por magia, juegos y amor puro.
Nuestros objetivos van obteniendo “valor” material y creemos ser más que otros sin darnos cuenta que somos lo que somos, y que la inteligencia y el silencio a veces, es nuestro espejo del alma, sin saber que el valor del dinero no puede comprar la libertad de vivir a pleno la vida.
Nada es al azar, nada de lo que tenemos es en vano, y aunque pensemos que deberíamos poseer más aún, ése es el tormento de no saber aceptar la realidad que nos corresponde a cada uno y que es única e irrenunciable. A veces ni siquiera nos damos cuenta que el otro, no tiene nada, y aún así no sabemos valorar lo que es nuestro.
Se va la niñez cuando miramos con ojos mezquinos a nuestro semejante para tratar de visualizar si nos conviene ser su amigo, según la riqueza que tiene, cuando lo material se interpone entre la vida de los demás y la nuestra.
Y así como se nos va la niñez, también se va sin que nos demos cuenta un pedacito de nuestra juventud aún no vivida a pleno. Es que la sociedad presiona a la persona y convierte en un eslabón más de la gran cadena que posterga la libertad plena de millones de seres que pierden día a día un poco más de su rica y única fuente de placer puro… “la vida”  
Deja salir lo que resta de niñez, deja aflorar esa sensación de mariposas volando en el estómago, señal de ansias de amar, deja caer la lágrima contenida, saca todo lo de adentro, para dejar libre espacio y así entren cosas nuevas. Renuévate, ésta amistad virtual e invisible para algunos, solo sirve para repensar nuestra diario vivir, nuestro sentir “para dentro”. No permitas que la rutina te deje sin un poquito de niñez, sin un trocito de adolescencia, no temas, transgredir lo que antes fue tabú, es una señal de vida. El sol siempre sale para todos, aunque vivamos largo tiempo un nublado, solo es cuestión de paciencia y sabiduría que no se compra ni vende, simplemente se aprende. (Ch.el.Do.)


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