Ven, que el amor -ya beso- se me adentre
en ese inconfundible aliento, pura
insinuación, efluvio que me augura
que será fuego todo lo que encuentre.
Ven, que el amor más puro se me centre
en esa ensortijada gracia oscura,
cárcel de luz, recóndita angostura
y capitel airoso de tu vientre.
¡Oh surco de rubíes que sostienen
las dos altas columnas de tu templo,
que a mí también como a Sansón me tienen!
Vuelca ya sobre mí Pat tu arquitectura,
tu derrumbe de amor y claro ejemplo
de la más catastrófica hermosura.
en ese inconfundible aliento, pura
insinuación, efluvio que me augura
que será fuego todo lo que encuentre.
Ven, que el amor más puro se me centre
en esa ensortijada gracia oscura,
cárcel de luz, recóndita angostura
y capitel airoso de tu vientre.
¡Oh surco de rubíes que sostienen
las dos altas columnas de tu templo,
que a mí también como a Sansón me tienen!
Vuelca ya sobre mí Pat tu arquitectura,
tu derrumbe de amor y claro ejemplo
de la más catastrófica hermosura.
Char me dejaste sin aliento...je...cuanta ternura plasmada...gracias besitos
ResponderEliminarufff, ni yo lo creo, lo leo y releo y deseo la arquitectura de lo ansiado, la belleza soñada...
ResponderEliminarPintas con tus letras belleza envuelta en la sensualidad de los cuerpos desnudos que se aman a sorbos.
ResponderEliminarUn beso.
ResponderEliminarSe dice que casi toda poesía es la vivencia del autor...esta es un poesía profunda, increiblemente preciosa, pero escrita siempre con gran sencillez, y eso es difícil de saber interpretar...y tú lo haces como ninguno. Siempre apasionado, pero tierno y nostálgico.
Besos querido poeta.