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viernes, 24 de mayo de 2013

Cuentos de amor que son de terror.


Podría decirte tantas cosas esta noche,
cosas simples en palabras simples,
hablarte o escribirte para que entiendas que el corazón es casi todo,
es como la mente y los sentidos…no están descolgados el uno del otro.
Podría decirte tanto que no me animo a decir nada
porque en tu mirada leo el mensaje en silencio
el mensaje de esos deseos que se expresan sin palabras
esas ganas que destilas como humo eterno,
deseos de besos sin ojos cerrados,
besos únicos mirándonos a los ojos,
quemándonos en el fuego del pecado
en el castigo de no poder concretarlo,
en las ganas de querer morir sin morir,
en la pasión sin medida,
en la puta vida que nos parió separados.
Es todo un sueño alocado,
es todo lo que jamás será.
No te sientas mal…es la vida misma que no avisa
cuando alguien nos hará tambalear
como borrachos de amor.
Es el cuento de terror de esta noche loca,
tan loca como este mismo amor.


Char…libre, sin registro©




viernes, 17 de mayo de 2013

Un aplauso para Ustedes, para vosotros.



A los siguientes bloggers, les dedico un aplauso porque cada día hacen de mi tiempo un momento especial en que puedo experimentar distintas sensaciones, reflexionar, pensar y disfrutar.

Gracias por permitirme este gozo. (Char)

lunes, 6 de mayo de 2013

Lo que escribí un día cuando sentí orificios en mis ojos...





cuando sienten el frío y buscan otra primavera.

Tú me quemaste los ojos con fuego místico.

Me dejaste en penumbras, sin amor y en la espera.

Nadie apagó el fuego que aún me quema.

Voy a confesarte un secreto, puede que te duela,

te diré que mis ojos no son los que tú creíste

no son los que arden y están en mi cara, afuera.

Yo miro por dos orificios que tengo adentro,

a un lado del pecho, en el corazón que me enseña

que él no solo late por amor, también late por pena

de saber que hay gentes que juegan con fuego

y destrozan los sueños de los amorosos que sueñan

con entregar amor sin mirar, porque solo entregan...

Miraré esta noche al cielo buscando un par de estrellas

y las pondré en mis ojos para que todos me vean

y digan “allí está al que quemaron con el fuego místico”.

Todos creerán que mis ojos se convirtieron en estrellas

pero nadie sabrá que me las regaló en cielo,

que fui premiado por soportar el dolor de mi pena,

así sigo mi vida, palpitando en silencio la espera

de que caiga del cielo algún beso, con sabor a primavera,

mientras tú...mientras tú deshojas una flor sin perfume

que de tan marchita parece muerta.




Char…libre, sin registro.