Seguidores

jueves, 10 de noviembre de 2016

Sueño con ganas de más...


Soñé por vez primera con un cielo color ocre
teñido por un sol de noviembre en ocaso,
había un silencio melodioso, indescifrable,
nada más en ese rincón del sueño loco.
Me veía a mí mismo sin cuerpo,
era yo, eran mis ojos que dulcemente
se suspendían en ese sueño inundado
de aroma a flores que brotaban de tu cuerpo desnudo.
Desperté entre pétalos de soledad
pensando que quizás eres el jardín de mis propuestas,
de esas indecentes, que no se dicen
que solo las comprende, nuestro “yo” audaz
nosotros, los pecaminosos, los que transgreden
los que desconocen las rutinas venenosas.
Se me antojan realidades dibujadas en tu cuerpo,
se me antoja tatuarte besos con forma de flores
hasta que el sol se cuele por mi ventana
y vuelva a suspenderme
en sueños ausentes de cordura.


Char®


lunes, 7 de noviembre de 2016

Déjà vu


Es extraño, creo que he visto tu cara antes,

Creo que fue un sueño o déjà vu

con sabor a un beso sorpresa,

creo haber visto tu rostro

rondando recovecos de mi corazón loco

creo que te vi buscando alguien a quien amar,

esperando, tranquila...

Como la noche esperando el día,

mientras la melodía de un tema antiguo

suena en mi ventana solitaria,

adornada con una margarita

esperándote, porque quizás

si el amor fuera flor

sería margarita.





Char®

martes, 1 de noviembre de 2016

Poema erótico--“Marabunta”

Cuando te miro
me crece
un ejército de hormigas.

Avanza rumoroso por mis manos.
Me estira la piel.
Se anuncia, no me deja.

Desde mis piernas respiran
un aire diminuto, entrecortado.

Desde el fondo
de mi vientre
presienten la obscuridad
más húmeda
del tuyo.
Como un sol negro
las hipnotizas.

Te huelo y
mis hormigas
se trastornan,
se tambalean.

Te toco
¿o sueño que te toco?
y corren enloquecidas.

Desde el fondo
de mi sangre
apresuradas,
sueñan
que hunden sus dientes
en tu carne,
y en la mordida sienten
tu parpadeo.

Crece en el aire
la anchura palpitante
de labios largos
entre tus piernas,
enrojecidos.

Tu más bella flor
carnívora
saborea sin cesar
el paso tenaz
demorado y repetido
de todas mis hormigas.

Adentro
te descubro
hecha de hormigas negras
desquiciadas,
tan necias como las mías.

En el espejo doble
de hambre y sed
y sed y hambre
que ilusamente llamamos
nuestros cuerpos,
tus hormigas y las mías,
se topan boca a boca.
Se reconocen o se imitan,
se devoran o se extravían
confundidas
entre tantas hormigas
tan mordidas.

--Alberto Ruy-Sánchez--