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miércoles, 26 de octubre de 2016

Nubes de madrugadas.




Y se llena la noche de un bostezo

terminando un café con sabor a viejo,

mientras las sombras dejan de ser sombras.

Las gentes siguen con sus rutinas

y las luces encendidas de las calles solitarias

son como soles alumbrando las penurias

mientras llora el cielo nuestro amor distante.

Deja que reposen mis letras en tu lectura,

imagina cariño, tu cabeza en mi hombro,

aunque sea por un par de minutos,

solo me conformo con cerrar los ojos

mientras sueño con el perfume de tus labios.


Todo siempre termina casi igual,

todo es lo que no parece,

mientras tanto tu allí desnuda, 

soñando en el suelo de tu cuarto,

 pretendiendo acortar distancia con una caricia a medias...

Y yo aquí subido a la nube de siempre,

la que me abandona en el costado de mi cama

sentado como en muchas madrugadas

tragando los besos que no puedo darte.




Char©

3 comentarios:

  1. Muy bello este poema en una noche solitaria donde los recuerdos llenos de amor se acomodan al lado de los sueños... con un final precioso de nostalgias.
    Me encantó Char.
    Un abrazo.

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  2. Intensidad en tus versos, una delicia es leerte.

    Un beso.

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  3. Intensidad en tus versos, una delicia es leerte.

    Un beso.

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