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viernes, 14 de octubre de 2011

Y rodó su cabeza.




Sin poder desprenderse del recuerdo de ella

Impotente en las noches, lagrimeaban sus venas

Lo arrasaba al enamorado el viento de su condena

Sufría el fuego eterno sin poder llegar a ella

Él siempre tenía en su piel el color de la vida

Pero la ausencia la arrugaba y la volvía cobriza

Escuchaba llantos, veía tormentos pero reía

Porque la esperanza era su energía, era su vida

Era fuerte y decidido en la noche y en el día

Pero en su regazo acunaba su perra agonía

Buscaba saber de ella, no dejaba de mirar ni una estrella

Pensaba ¿estará en el aire o en la luna nueva?

 Decidido se iba al río a pescar del agua alguna respuesta

Pero a su anzuelo solo lo mordían los sueños con aroma a ella

Y casi moribundo rasgando el cielo y la tierra

Sin poder esperar más tiempo, pensó en su cabeza

¡Qué delirio! Gritaba el enamorado ¡qué delirio el suicidio!

Y pensar que nací para ser la risa de la boca de ella

La alegría de sus días, la sal de su vida, su dolor y agonía

Todo sería mi vida en ti si te tuviera…pero estoy solo

Y las nubes negras cubren mi cabeza, creo que es el fin

El fin de esta perra condena, cortaré mi cabeza y ya no pensaré

Sin un sonido, casi sin movimiento el enamorado cesó

No vivió más, él mismo hizo rodar por el suelo su cabeza

Pero el destino es así, terco con los que aman de veras

Sus ojos quedaron abiertos, mirando como ciego al cielo

Buscando quizás…la figura de ella.



Char…libre, sin registro. 

4 comentarios:

  1. Char, precioso como siempre..."Sus ojos quedaron abiertos, mirando como ciego al cielo. Buscando quizás…la figura de ella."
    saludos!

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  2. ¡¡¡ que preciosidad de poema ¡¡¡ infinitas gracias sublime poeta por regalarnos tu sensibilidad de alma de poeta, besinos de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz domingo.

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  3. Hermosisima publicación!!! Un gusto pasar a leerte.
    Abrazos.

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  4. Hermoso, precioso, que podría decirte.

    Que el amor no es la copa del agua derramada, el amor es beberla y sin sed no ser nada.
    El amor nos penetra, nos llena de delirio, con los ojos cerrados poder acariciarlo,reflejarnos su brillo, pues no se busca afuera, lo llevas en la sangre, adentro, muy adentro, es un reto a la vida, intentar poseerlo.

    Un abrazo grande amigo Char, poeta.

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