A nadie tengo para compartir un vino, un cigarro, una charla, un suspiro
Escupir las palabras que dibujan en la noche la tristeza de mi destino
Cuando espero que me robe la luna mis sueños, y comprenda mis desatinos
En estas horas de perfecta soledad, cuando casi ni se escuchan ruidos.
Y así se mezclan las sombras en las sombras mismas, deambulan solas y mudas
Besándome la espalda y acariciando mi nuca, de a ratos rompen el silencio
Me invitan a ser parte suya…ser otra sombra, inclinada, triste y oscura
Enciendo mi cigarro y se esfuman…saben que no voy a sumarme a ellas
Porque divisan en el aire que me falta, el mensaje que escribo con señas
“Existo para esperar a ella, mi amada, la que noche a noche me desvela”
Char…libre, sin registro.
magna belleza y sensibilidad nos regalas en letras dulce poeta, infinitas gracias por acariciar nuestros sentidos con ellas, besinos miles de esta amiga admiradora
ResponderEliminarUna noche, la compañia de los pensamientos, la imaginación que nos lleva a sitios deseados, las letras que nos acompañan...
ResponderEliminarHermoso texto, a mi a veces también me agarran esas melancolías.
Te mando un fuerte abrazo y no olvides ser feliz, es gratis.
PD: gracias por tus comentarios!
No, no dejes que las sombras susurren a tus espaldas, mira el frente, el inmenso firmamento y las miles de estrellas que alumbran caminos nuevos para lograr tus anhelos.
ResponderEliminarAbrazos, Char.