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lunes, 28 de marzo de 2016


Como perros de pelea, como lobos hambrientos,

los recuerdos que restan en mi mente desangran.

Y se muerden entre ellos esperando que alguien los separe.

Se muere en un silencio desgarrador el intento de tenerte.

No hay más puertos donde anclar ni nubes para viajar,

las estrellas quedaron en el cielo, nadie las pudo bajar,

aunque vuelo para encontrarte me quedo sin ti,

en esta misma hora día tras día a través de los meses.

Y son y serán años en que todo acontecerá igual,

amanecer y ocaso, deseo y dolor, soledad y pasión,

en verdad ya no sé si es de noche o de día,

después de todo no me importa, es la hora de la muerte.

Escribo con mi mirada tu nombre en tantos lugares

que cuando mi alma vague, leeré en todo el mundo

el recuerdo de tantas horas de soledad.

Por ahora refrescaré mis caricias con gotas de rocío

que huelen tan bien, como la frescura de tus pechos.



Char©

5 comentarios:

  1. Intensidad en tus versos que tanto duelen.

    Me encanta la imagen.

    Un beso.

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  2. Bellas sensaciones, románticas y nostálgicas las imágenes que dejas en cada uno de tus versos de sentimientos que no alcanzan esa ausencia.
    Bellas siempre tus inspiraciones Char.
    Un abrazo.

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  3. Hermoso poema, banyado en nostalgia, recuerdos y amor...me encanto!
    un beso, feliz semana!

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  4. Con cuanta fuerza lo has plasmado Char. Hermoso

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