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jueves, 30 de septiembre de 2010

ADÁN Y ELLA (escrito para María José Consuegra)

¿Qué poder decir del amor que ya no esté dicho?
Paciencia, respeto, perseverancia, dignidad, consuelo, espera,…son tantas palabras que caben dentro de una sola y gran palabra AMOR.
Emprender la vida al lado de quien amas es animarte y decididamente seguir la voluntad de ambos de aquí en más.
No siempre se tienen años de juventud, pero sin embargo, cuando quien está a tu lado hace la vida llevadera, el corazón puede mantenerse increíblemente joven.
El tiempo los marcará inexorablemente día a día en cuerpo y espíritu, y cada día que pasa parecerá casi pretender recordarles, a veces con inquietante monotonía, éste momento sublime de entrega, día en el que ambos, decidieron caminar juntos un tramo de cada una de sus vidas, siendo de ahora en más “compañeros de viaje” de un viaje que tendrá el destino que ustedes tracen, que será hermoso y tranquilo, que tendrá vendavales y tormentas, pero como la vida misma…después de cada nublado, saldrá el sol y podrán “ver juntos” otra senda alternativa.
Serán de aquí en más, tentadores y tentados a embarcarse a lo que se llama “convivencia” a lo que implica “incluir” dentro de cada uno a su par, con sus falencias y aciertos, con sus miradas y sus suspiros, con esa magia eterna que el AMOR despertará cada día de sus vidas.
Sabrán mantener un corazón joven y lleno de amor para dar,  solo si aprenden a comprenderse, a respetarse, a corregirse el uno al otro esos desaciertos que dañan y desgastan a la pareja.
El corazón permanecerá siempre joven, solo si saben amarse y aprenden a dar pasos de caminata lenta pero segura, JUNTOS…hasta teniendo que olvidarse a veces que son individuos y pasan a ser parte del su “otra parte”.
Dirán a veces “dejaré de pensar en mí porque debo pensar en nosotros”, suena raro, distinto, pero es y será así, no serán los primeros ni los últimos, solo serán ustedes y su vida, su tiempo y su amor, su paz y su entrega.
Y cuando a veces el cuerpo de uno solo indique ese “cansancio” hasta ayer desconocido por tareas mundanas, esa “desorientación” de no saber cómo hacer “algo” que será nuevo, habrá otro cuerpo que guiará a su par, y encontrarán nuevamente esas ganas de vivir, de recomenzar día a día con nuevo ímpetu de amor por siempre joven, haciendo olvidar ese “cansancio, ese peso que cargabas”, y tendrán en vez de incógnitas, respuestas nuevas, gracias a que caminan juntos este tramo de la vida.
Vendrán muchas vivencias más, que solo ustedes las vivirán y deshilarán con el paso del tiempo, y deberán saber que aunque busquen horizontes nuevos, metas deseadas, no siempre las encontrarán…porque la vida es así, es vida, destino, perseverancia y amor…pero como el amor lo puede todo, se les olvidará hasta un desconsuelo, o un instante amargo.
Una de cal y una de arena, de eso se trata la vida, sino pues, sería aburrida, apática y sin sabor.
Y eso es justamente lo que debe perdurar en sus vidas, el saborear cada mañana la suavidad de un beso, el sentir de una caricia, la bendición de tan solo una mirada.
Y por siempre serán el uno para el otro, sin dejar que se apague esa llama que hoy está encendida, esa luz que los alumbra sin encandilar, ese deseo de vivir el uno para el otro, con miedos…que son comunes ante todo cambio, ante lo nuevo, ante lo que vendrá…en síntesis serán dos eslabones más de la vida y del mundo, que buscarán echar semilla, recoger frutos, y afianzar raíces.
Libérense en comunión uno a otro, compartan, busquen y exploren, no se exijan demasiado, no oculten errores, mírense y aprendan el lenguaje del amor en silencio…aunque a veces necesiten la palabra, vivan la vida, sean felices.
CHARLYELDURO (derecho de autor registrado N° 3126/10)

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