Ya no soy mitad de nada
Soy manojo de caricias antojadas
Se vuelven suaves mis manos con tu mirada
Mis oídos atentos al murmullo de tus labios,
Me embrujan lento tus palabras
Esparces en mí el deseo esperando la cosecha
De gemidos, caricias y susurros contenidos
No puedo comprender como me secuestras
Sin más…sin resistirme me entrego, dócil, apacible
Ya mis manos no son callosas y resecas
Mi cuerpo entero se eriza y me seduces
Siento el más profundo deseo, mientras tú, mirándome
Me obligas en silencio a que te desee aún más
Puedo sentir tus manos entre mis piernas, firmes
Casi gritando imploré que quiero vivir tu lujuria
Quiero ser yo mismo en ti y en tu sexo urgente
Sentir el ardor del fuego de tu aliento, tus uñas en mi carne
Y tú, burlona, dejas ver la sonrisa que me inhibe hasta los huesos
Quedo quieto, como perplejo admirándote venir a mí
Ansiosa me empujas y sonríes, sabes lo que quiero
Inundas mis sentidos, no hay palabras, solo movimientos
Tú, que ablandas la dureza de mi corazón casi de acero
Dejas abierto mi cuerpo entero, te apoderas de todo, de mí
Eres por un instante la dueña, perfecta, deseada, completa
Prolongas tus rasguños en mi espalda, te haces sentir, ruda
Y no me resisto, se termina mi agonía de espera desesperada
Ya no más desvelos, ni solas madrugadas en silencio,
Ya no hacen falta, estás conmigo, y yo dentro tuyo, profundo…
Encajados casi perfectos en el rompecabezas del deseo nuestro
Char…libre, sin registro.
Hola mi bello amigo! Cuanto tiempo sin leerte, ya extrañaba tus apasionados versos, esa poesía que explota entre tus labios y se hace palabra ante mis ojos.
ResponderEliminarBellísimo Char, te dejo un fuerte abrazo y te deseo un bonito fin de semana.