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miércoles, 2 de mayo de 2012



Desde arriba el cabello se despeina

Por debajo los pies se hacen huellas

Más abajo mi cabeza se dibuja

En la sombra de tus labios, tus ojos, la belleza

Por los lados nacen las caricias de a una

Me abrazas y son dos en mi cintura

Tus manos, otra hermosura delicada

Que se pierden en mis dedos y en mis palmas

Tu cuello al alcance de mil besos nuevos

Que se arraigan en la unión de tus pechos

Tu cintura, mi deseo, tu sexo, mi anhelo

Ángulos infinitos de mis miradas pensadas


Déjame besar tu flor tatuada allí


Donde la carne se hace gemido sensual

Oscuridad de frío con luz de estrellas

Se agita tu vientre en el latir de mi pecho

No deseo el sexo en esta madrugada

Debes saber que te amo

Más allá de la dureza de la piedra

En el titilar de cada estrella

En tu respirar cuando duermes

Que sea eterna y bendita la noche

Contigo desnuda…para qué quiero el alba?




Char...libre, sin registro.

3 comentarios:

  1. ¡Qué bello poema! se expresa tanto amor, sensualidad y anhelo en él que es imposible concibir rastro de dolor.
    ¡Un beso!

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  2. mil gracias querido y admirado poeta por regalarnos tan bellos y sensuales versos, muchos besinos de esta amiga admiradora.

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  3. Hola querido amigo
    Que poema sensual y romántico, la esencia del amor en su máximo potencial.

    Besitos

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