…Y así de la nada
De pronto para los padres todo es fiesta
Encuentro con las hijas, llega el hijo
La alegría es similar a la de niños en un parque
Se habla, se comenta, se ríe, se discute
Y pasan los días y todos disfrutamos
Hasta que así, de pronto, como todo comenzó
Otra vez cada cual con su vida y su mochila
Nos volvemos a quedar solos
Como si todo ese momento que es uno solo
Acumulado de instantes de alegría
Se vuelve despedida, con sabor a sal de besos añorados
Con calor de piel caliente de abrazos
No hay palabras solo
miradas
Y solo algunos de nosotros
pensamos
Puta madre la vida misma
Qué hermoso sería estar más cerca
Qué divino hubiera sido poder compartir más tiempo
Y es que nos encadenamos a las hijas e hijos
Como si fueran nuestros
Y al que llaman consuelo de tontos
Nos sirve para espantar la tristeza de la soledad sin hijas
ni hijos
Y después vendrán las frases de los sabios de la vida
Sermonenado con dichos diciendo que así es la vida
Que es nuestra labor de padre criar y educar hijos
Que bla bla bla
Y pensamos sabiendo los padres, que las hijas y los hijos
También vivirán ese mismo sentimiento
Y así de repente como todo comenzó
Con encuentros y recuerdos
La vida transcurre indiferente a los sentimientos de cada
uno
Y esos olores, esos sonidos de risas y palabras
Serán el perfume que nos calme la soledad
Con hijas e hijos
lejanos
Latiendo como latíamos nosotros
En nuestra pasada juventud
La sal de lágrimas y el último roce de caricias
despidiéndose
Serán el tatoo
invisible, el sello inconfundible
Que aunque la distancia nos separe
Latimos a un mismo ritmo.
Char…libre, sin
registro©
Precioso Char y cargado de añoranza... Imaginar cómo sería la vida si todos los seres queridos pudieran permanecer a nuestro lado. Como eso es imposible, nos toca aprender a alejarnos, a dejarlos ir. Sobran las frases hechas y falta más ternura y más abrazos.
ResponderEliminarSe que no será consuelo pero aquí te dejo el mío. Un fuerte y cálido abrazo.
Querido amigo, llega una etapa de la vida familiar, en que los hijos crecen y siguen su propio camino lejos del hogar. Algunos se sienten felices y otros se deprimen al verlos marchar.
ResponderEliminarYa ves, yo te digo que tanto tus hijos como tú teneis suerte, si yo era tan chiquitina cuando los perdí. No he podido disfrutar de ellos, de verdad que eso si es duro y triste.
En fin Char...
Un gran abrazo, un beso y ánimo.
Hola Char, es cierto que duelen las distancias, pero supongo que eso sucede más, cuando los hijos son pequeños y por la causa que sea, no se pueden tener todos los día. Cuando son mayores ya es diferente, pues se sabe que es así, cada cual hace su vida, pero lo que si es cierto que aunque sean mayores si están muy lejos, también cuesta mucho como lo expresas en tus letras.
ResponderEliminarEspero que esa tristeza se vaya pasando con el pasar de los días.
Un cálido abrazo.